11 DE SEPTIEMBRE DE 1973
Yo vi
Buitres lanzando bombas sobre la Moneda
mancillando la ilusión del pueblo
ensangrentando las alamedas
Yo vi
Títeres disfrazados de falsas primaveras
apostados en los tejados
disparando sobre el pueblo que corría por las aceras
Yo vi
A mi padre pedaleando en una bicicleta rota
camino a casa con el corazón destrozado
como el de sus compañeros en la derrota
Yo vi
A mi madre en lágrimas cosiendo a escondidas
para seguir manteniéndonos
con algunas de sus clientas
exiliadas
desaparecidas
Yo escuché
Las ráfagas de madrugada
las botas del enemigo que en cada puerta acechaban
mientras las casas de los traidores
emergían abanderadas
Yo vi
Mi hogar desaparecer en cuatro maletas desvencijadas
mis amigas
mis
libros
mi infancia
todo se esfumaba mientras mi país se desangraba
Yo vi
Aquella enorme nave que surcaría los cielos
los ojos llorosos
los
pañuelos que se agitaban en el viento
y jamás volví a pisar lo que fue mi pueblo
Yo vi
Y aunque quedara ciega
jamás se borrará el recuerdo
del horror que ese día
hizo su nido en mi pecho
DATOS DE LA POETA: Silvia Cuevas-Morales (Santiago de Chile, 1962). Escritora bilingüe, traductora literaria y periodista. En 1975 se exilió junto a su familia en Australia, país cuya nacionalidad adoptó en 1983. Allí completó sus estudios secundarios y universitarios, obtuvo una licenciatura en Filología y Letras y más tarde completó un Máster en Estudios Europeos. Durante muchos años dictó clases de lengua y literatura hispanoamericana en varias universidades australianas. A finales de los noventa se radicó en Madrid donde se ha dedicado al mundo editorial, como editora y como traductora, y al activismo social y feminista. Es autora de los poemarios: Purple Temptations (Melbourne: Lynden Publications, 1994); Respiro de Arena (junto a dos poetas españolas; Madrid: Vindicación Feminista, 1996); Al filo de la memoria / At memory’s edge (Madrid-Barcelona: Kira Edit & Universitat de Barcelona, 2001); Canto a Némesis: poemas de una extranjera (Madrid: Nos y Otros Editores, 2003); Rodaré maldiciendo: poemas y arte callejero (Oviedo: Cambalache, 2008); Poliamora (Puerto Rico. Educación Emergente, 2010); Desarrelament y altres poemes / Desarraigo y otros poemas (Barcelona: Carmina in mínima Re-5, 2012); Pienso, luego estorbo... / Je pense, donc je gȇne... (París: ABC Editions, 2014) y Apátrida: Diario de un destierro/ Stateless: Diary of an exile. Lastura Ediciones, 2017 y 2018.
También ha publicado los trabajos de investigación: Diccionario universal bio-bibliográfico de autoras que escriben en castellano. Siglo XX (Madrid: Aconcagua Publishing y Kira Edit, 2003), Vínculos Teatrales (Madrid: Vindicación Feminista Publicaciones, 2003) y Diccionario de centenarias Ilustres: 100 mujeres que cambiaron la historia (Sevilla: Delegación de la Mujer del Ayuntamiento de Sevilla, 2011).
En narrativa ha publicado, la colección de relatos eróticos Nanas lésbicas: para conciliar el sueño (Madrid: Kira Edit, 2013, 2ª edición, Lastura, 2016 y 3ª edición, Lastura, 2019) y El tren del miedo y otros relatos (Ocaña: Lastura, 2015, 2018).
Parte de su obra ha sido traducida al catalán, francés, rumano, croata, inglés, alemán, italiano, portugués y árabe, y ha sido publicada en más de una treintena de antologías en diversos países. Entre sus premios cabe destacar el “Grand Prix des Arts”, concedido por la Academia Orient-Occident, de Rumanía en el 2011, y el “Premio Participando Creamos Espacios de Igualdad”, en la categoría de Arte y Cultura, otorgado por el Consejo de las Mujeres del Municipio de Madrid, en el 2016.
Si quieres saber más sobre su
biografía y las antologías en las que ha participado, no dejes de entrar en
este enlace: https://es.wikipedia.org/wiki/Silvia_Cuevas_Morales
o visitar su blog: https://silviacuevas-morales.blogspot.com/
COMENTARIO: Nos viene este poema desde muy lejos. Nos recuerda un acontecimiento que, seguramente, los jóvenes, los adolescentes, ignoran o apenas conocen. Fue en un tiempo lejano ya, en un país remoto, una historia que nos es ajena y a la que nada nos une ya. No debería servir la poesía para abrir viejas heridas cerradas y cicatrizadas que nada nos aportan en la actualidad. Y, sin embargo...
Sin embargo, debemos reconocer que ese poema nos lo presenta una persona de carne y hueso, como diría, Unamuno. Por lo tanto, lo que cuenta tiene un hilo que nos une como oyentes, como lectores, a su propia vida. No hay olvido, porque Silvia Cuevas-Morales lo vio y lo trae a presencia, lo que ella vio nos lo pone delante de nuestros ojos. Da igual no saber qué edificio es La Moneda, en Santiago de Chile, pero con los ojos de la poeta, vemos la destrucción, la crueldad de las bombas y las balas apuntando a ciudadanos, la angustia del vencido, la represalias contra el disidente, el exilio forzado, el llanto, el miedo ante la incertidumbre de una partida sin regreso... Todo esto vemos gracias al poema de esta semana.
Y lo más lacerante, lo que demuestra que la memoria es frágil y hay que cuidarla, es que la fecha de 1973 se puede cambiar por 2022 y el poema tendría el mismo sentido en la actualidad, simplemente cambiando lugares y personas. Da igual las razones esgrimidas, importan poco los argumentos bélicos, si vemos, como Silvia Cuevas-Morales vio, imágenes que no podemos apartar de nuestra mirada. Por ejemplo, la de ese niño, solo, caminando hacia uno de los campos de refugiados y que, con de apenas 8 años, llora desconsoladamente mientras lo graban las televisiones del mundo. En esa secuencia están todos los bombardeos, todas las masacres a civiles, todo el miedo, y el exilio y la vergüenza, el hastío y la rabia por el género humano que es capaz de provocar tanto dolor en los demás.
Por eso, agradecemos también el segundo poema que la poeta chilena nos ha mandado, porque si nos desprendemos de lo que no vale la pena, lo que nos roba vida porque resulta superfluo, ni siquiera tendremos tiempo para arrojar piedras, como dice en el final de su segundo poema.
Es para nosotros un honor inmenso contar con Silvia Cuevas-Morales en este blog y en el Proyecto Aniversario, sin duda, su aparición en él, sube muchos enteros la calidad literaria y personal de nuestro espacio. Ojalá los que detentan el poder tuvieran un poco de tiempo para leerla, el mundo sería menos malo, menos injusto, sin duda. En los tiempos que corren, necesitamos poetas como ella, capaces de comprometerse y encontrar las palabras adecuadas para denunciar tantas injusticias y encontrar maneras de hacer más soportable el mundo que tan mal habitamos, en muchos casos.
ACTIVIDADES:
Visita la página oficial de la poeta, pincha aquí. Extrae al menos tres entradas que te hayan llamado la atención sobre su vida, su poesía o su actividad poética.
En ese mismo blog encontrarás vídeopoemas, te invitamos a realizar uno a partir de alguno de Silvia Cuevas-Morales o que hayan aparecido en este blog.
Comenta el sentido de la última estrofa de 11 de septiembre de 1973. ¿Por qué la memoria histórica es tan importante? ¿Crees que hay diferencias marcadas entre los refugiados actuales y los que tuvieron que salir de Chile en aquella época?
Para conocer algo sobre el hecho histórico del poema, te invitamos a visitar la siguiente página, pincha aquí o sobre la imagen:
Busca imágenes en el Museo de la Memoria para ilustrar el resto de estrofas. Y crea un fotopoemario con el poema de esta semana. Puedes hacerlo también, usando imágenes actuales del conflicto entre Ucrania y Rusia.
Silvia Cuevas nos envió también este magnífico poema:
Busca información relevante sobre la historia y los exiliados españoles después de la Guerra Civil. Lee, de nuevo, alguna de esta entrada: Ningún hueco en la agenda de Dios; Pan duro; Imaginaria; Una niña cuenta una historia.
¿Crees qué la poesía es útil en los conflictos bélicos?
Él también debió verlo. Tan sólo tres años antes del golpe había publicado una extraña y gran novela costosa de leer ( al menos para mí) con algún pasaje extraordinario que se guarda en mi memoria. Comenzó entonces su siguiente novela( igualmente apreciada y de costosa lectura). Cansado y dolido de tanto ver, supongo, decidió autoexiliarse y marchó a lejanas tierras en las que se asentó y siguió escribiendo y culminó su novela.
ResponderEliminarEl obsceno pájaro de la noche, 1970.
Casa de campo, 1978.
José Donoso.
Calaceite.
Como la poeta de esta entrada y el escritor chileno, por miles se contarían los testigos que vieron y asistieron a aquella barbarie. La pregunta relevante es: cuántos testigos harán falta para que escarmentemos? Y la cuestión curiosa: qué casualidad de fecha, no?
Gracias por el poema y todo lo que le sigue.
Saludos.
Magnífica referencia, Isa. Volveré al autor, desde luego. Y la pregunta que lanzas, intentaré que alguno de mis alumnos o alumnas, la pueda contestar. Aunque ignoro las razones que esgrimirán para ello.
EliminarSaludos y todas las cosas buenas que te mereces.
No logrando dar con el fragmento literal referido y guardado en mi memoria, os dejo aquí la descripción del mismo, para curiosos.
ResponderEliminarAterrado por el aspecto deforme de su hijo, Jerónimo de Azcoitía, ayudado por el fiel secretario Humberto, manda construir una mansión en la que Boy podrá vivir un mundo completamente aislado del mundo exterior donde la deformidad de Boy no sea una rareza, sino la norma. De este modo el padre pretende protegerlo de la crueldad y el rechazo de una sociedad llena de prejuicios. Humberto Peñaloza será el encargado de hacer realidad esos planes, habilitando una enorme mansión, La Rinconada, donde todos los habitantes serán seres deformes para que el niño crezca rodeado por la deformidad y la entienda como normal y canon de belleza. Al frente de La Rinconada, Jerónimo pone a Humberto, quien debe rendirle cuentas una vez al año.
Saludos.
Antonio, me dispuse esta noche, a la acostada, a alguna relectura de Casa de campo y acabo de leer al comienzo del libro que José Donoso no fue testigo como di por hecho. Al parecer fue en 1964 cuando saliera de Chile para acá, casi una década antes del suceso. Lo vivió en la distancia. Regresó en 1981.
ResponderEliminarBuenas noches.
Jajaja...ahora resulta que sí, que leyendo el prólogo me entero de que sí...al parecer viajó desde Barcelona. Voy a intentar dejarlo por aquí.
ResponderEliminar"Todo está relacionado con un tema frecuente en estos días: el de dónde estaba uno el día del golpe de Estado, el 11 de septiembre de 1973. Yo me encontraba con parte de mi familia en la playa de Calafell, a unos sesenta kilómetros al sur de Barcelona. Hacia las tres o las cuatro de la tarde de ese día, mi hija Ximena llegó corriendo, con los ojos abiertos como platos, a decirnos que estaban bombardeando La Moneda, que ella lo había visto en la televisión de Carlos Barral. Todos salimos para reunirnos en la casa de la familia Barral. No pasó mucho tiempo antes de que divisáramos a José Donoso, a Pilar y a Pilarcita, y a Mauricio Wacquez y su compañero Francesc, que acababan de llegar del pueblo vecino de Sitges, a unos veinte kilómetros más al norte, y que caminaban por la playa a conocer las noti-cias y comentar los sucesos con nosotros. Fue una tarde intensa, en la que el salón de Barral, un interior más bien estrecho y profundo, atiborrado de objetos marinos, empezó a llenarse de gente que discutía, que demostraba su consternación, que hacía inevitables comparaciones con los comienzos de la guerra española. Me acuerdo de que Donoso estaba más confundi-do y perplejo que nadie. En algún momento preguntó si el golpe militar( chileno no seguiría la corriente de la dictadura izquierdizante del general Velasco Alvarado en el Perú.A todo esto, Mario Vargas Llosa, Patricia y ya no recuerdo si alguno de sus hijos habian llegado en automóvil desde Barcelona.Desde luego, nadie estuvo de acuerdo con la suposicion de Donoso..."
ResponderEliminarPrólogo, Jorge Edwards.
Desde Barcelona lo vivió, lo entendí mal... jajaja.
EliminarIsa, demuestras un entusiasmo lector inmenso. Estoy encantado de contar contigo como lectora del blog. Ya no podré evitarlo más tiempo, voy a ello :( :)
Eliminar(Y algunas alumnas piensan que nos conocemos en persona y que tenemos una estrecha relación de amistad; yo no les rebato sus ideas, pero le aclaro que todo, desde la distancia y virtualmente, aunque no se lo crean).
Jajaja... déjalos correr. Diles a tus creativos que sí, que estamos locos de amor, dales un tiempo de imaginación y luego les puntualizas que sí, pero de un amor de aquel descrito por Silvio en su joyita: "Por quien merece amor". Te dejo por aquí los versos y ya tú se la das a escuchar si te apeteciera.
EliminarEsperemos no desencantarlos con este amor universal; más al contrario, ojalá se sumen.
Te molesta mi amor
Mi amor de juventud
Y mi amor es un arte en virtud
Te molesta mi amor
Mi amor sin antifaz
Y mi amor es un arte de paz
Te molesta mi amor
Mi amor de humanidad
Y mi amor es un arte en su edad
Te molesta mi amor
Mi amor de surtidor
Y mi amor es un arte mayor
Mi amor es mi prenda encantada
Es mi extensa morada
Es mi espacio sin fin
Mi amor no precisa fronteras
Como la primavera
No prefiere el jardín
Mi amor no es amor de mercado
Porque un amor sangrado
No es amor de lucrar
Mi amor es todo cuanto tengo
Si lo niego o lo vendo
¿Para qué respirar?
Te molesta mi amor
Mi amor de juventud
Y mi amor es un arte en virtud
Te molesta mi amor
Mi amor sin antifaz
Y mi amor es un arte de paz
Te molesta mi amor
Mi amor de humanidad
Y mi amor es un arte en su edad
Te molesta mi amor
Mi amor de surtidor
Y mi amor es un arte mayor
Mi amor no es amor de uno solo
Sino alma de todo
Lo que urge sanar
Mi amor es un amor de abajo
Que el devenir me trajo
Para hacerlo empinar
Mi amor, el más enamorado
Es del más olvidado
En su antiguo dolor
Mi amor abre pecho a la muerte
Y despeña su suerte
Por un tiempo mejor
Mi amor, este amor aguerrido
Es un sol encendido
Por quien merece amor.
Silvio Rodríguez.
Saludos, amores.