III

 MI padre no se lleva bien con los balcones

 

Un día nos dejamos las llaves en la casa llamamos

a la puerta del vecino buenas noches mire

le pedimos que nos dejara pasar por su terraza

hasta la nuestra tú no pasas ya voy yo

no sea que te caigas y no queremos eso

 

Estar en lo alto de la cornisa sudar por el miedo

mirar a tu hijo tambalearte

sentir que el cuerpo tiende a la herida

 

Pienso en mi padre si se hubiese caído

si no le hubiera agarrado a tiempo si de él quedara

una mancha en el recinto que persiga a mi familia

muchos años una que nos susurre al oído

soy las cosas que quedaron

aplastadas aquel día


 En julio mi padre fue a Nueva York

reservó los vuelos se pidió un par de semanas

hizo cinco mil setecientos kilómetros cuatro

noches en un hotel

que no incluía el desayuno

Dentro del museo del 11S vio los vídeos

de aquellos que escapaban del fuego

de aquellos que saltaron a propósito

 

Asomado al balcón del hotel

se preguntó si sus hijos también

los habrían sujetado




DATOS DEL AUTOR: Ignacio Pérez Cerón (Málaga, 1996) es poeta, traductor y corrector. Estudió Traducción e Interpretación de inglés y alemán por la Universidad de Málaga, por donde obtuvo también el Máster en Traducción para el Mundo Editorial. Su primer libro, Restos de sal, se publicó en la colección Monosabio del Ayuntamiento de Málaga en el 2019. En el año 2020 ganó el premio MálagaCREA en la modalidad de poesía y ese mismo año recibió también un accésit del premio Adonáis por su obra Márgenes de error (Ediciones Rialp, 2021 ).

COMENTARIO: Leo el poema de Nacho Pérez una y otra vez y llego a la misma conclusión: la poesía tiene ese poder de poner la palabra exacta en lo más íntimo de nosotros mismos. Aunque parta de un hecho biográfico, está claro que este poema nos dice cosas muy íntimas, sobre cuestiones muy concretas. El poeta escribe sobre sí mismo, obviamente no conoce al lector, pero revela, en nuestro caso, cuestiones a la que no hemos dado nombre todavía. Que nadie espere una confesión de nuestra  parte, sería ridículo un comentario en ese sentido, un grotesco e innecesario striptease que nos ahorramos. 

El poema, narrando escenas aparentemente cotidianas (la resolución de un problema doméstico y un viaje a Nueva York), va más allá de ellas para ponernos en varias tesituras. Por un lado, las relaciones familiares, la hipótesis de perder a un padre en este caso y lo que supondría hacerlo de manera accidental: una mancha imborrable, lo que se pierde o queda aplastado, sepultado para siempre y no acaba. Por otro lado, la importancia de ponerse en el lugar del otro, y más si es un ser querido. Comprender el dolor, el sufrimiento, las situaciones de estrés extremo que hacen que la única salida sea saltar por los aires para acabar con todo. ¿Qué haría un hijo si un padre tuviera que saltar sí o sí, teniendo que acabar con todo porque la situación es ya insalvable? 

Aunque suene duro, en el caso de las personas que estaban en las Torres Gemelas, sin escapatoria alguna, sería cruel impedir ese vuelo final. Resulta hasta lógico aceptar la decisión. Pero si no nos situamos en esa escena, si se trata de ayudar en la caída a los padres, cualquier hijo debería hacerlo, porque lo contrario parece incuestionable. Me viene a la cabeza pensando en el magnífico poema de esta semana los versos de El Remordimiento, de Borges, en el que se queja amargamente por su torpeza para ser feliz, lo única razón para traer a alguien a este mundo, en principio. Pero la vida no está dispuesta para que eso se consiga y los padres deben saberlo o no deberíamos olvidarlo nunca. 

Antes de terminar quiero que nos paremos en un verso que puede pasar desapercibido por el final tan abierto y que merece una atención especial: sentir que el cuerpo tiende a la herida. Cuando pasamos malos momentos, cuando estamos tambaleándonos, y muertos de miedo, la tentación de dejarse caer está ahí como una posibilidad real y definitiva. Si no tenemos un apoyo real, si no hay nadie a nuestro alrededor que pueda sujetarnos, resultará muy difícil mantener el equilibrio. Ojalá todos los lectores de este blog sepan ver en las personas que tienen cerca, la verdadera familia, una mano que sirva para apoyarse y no para lo contrario. Son pocas esas manos, pero la de un padre, una madre, un hijo o una hija siempre deberían estar dispuestas a prestar esa ayuda, de lo contrario, el final ya es conocido... 

Dejamos el comentario aquí, antes de desnudarnos más y así agradecer a Nacho Pérez su colaboración y la infinita paciencia con nuestro blog, porque ya hace algo de frío y su envío lo hizo en mangas cortas, por cierto.


ACTIVIDADES:

  • Este poema no tiene título. Haz una propuesta de título y justifica tu decisión.
  • Intenta resolver la cuestión que plantea el poema al final. ¿Por qué crees que el padre se pregunta si sus hijos lo hubieran salvado? 
  • Seguro que sabes qué es el 11S. Lee el siguiente artículo sobre las víctimas que saltaron en las Torres Gemelas (pincha aquí). Plantead un breve debate en clase sobre la situación que plantea esta decisión de dichas personas.
  • ¿Sabías que nuestro poeta de hoy es probador de juegos? Lee la siguiente entrevista desde aquí. ¿Te parece que su condición de poeta puede servirle para este tipo de trabajo? 

  • Esta semana nos acercamos al 25N. Os proponemos varias posibilidades relacionadas con esta fecha:

Lee la siguiente entrevista sobre Violencia, de la poeta valenciana Bibiana Collado (aquí), ¿te gustaría conocer más de ese libro y la autora?

Otros años hemos propuesto esta performance o acciones poéticas contra la violencia de género:



En nuestro centro, desde la materia de Psicología planteamos la siguiente actividad que podéis replicar fácilmente.


Poemas relacionados con el 25N son los siguientes: Estos dedos que bailan; Desapariciones; Reglas de juego para los hombres que quieran amar a las mujeres; FortunaVolverás abril, por ejemplo.


Deja un comentario más abajo si te apetece.

Comentarios

  1. Magnífico poema y magnífico comentario. Soy fan de este maravilloso blog.

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    1. Gracias Crisdefilo por pasarte por aquí, saludar y valorar nuestro trabajo. Y, desde luego, puedes participar las veces que quieras, comentar, proponer, incluso colaborar (ya veríamos la manera). También tu alumnado, por supuesto. Un saludo y aquí estamos para lo que necesites.

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  2. Esa duda final es algo más que una duda, es un sentimiento que plantea un montón de preguntas (sobre nosotros y sobre quienes nos rodean, sobre nuestra capacidad de resistencia y sobre las capacidades de apoyo, de empatía, sobre el miedo, sobre el paso adelante, sobre tantas cosas...), todas ellas de una profundidad que va mucho más allá de 'lo' aparente. Genial. Enhorabuena al autor y a quienes hacéis posible este maravilloso y necesario blog.

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    1. Esas preguntas, Juan Diego, hay que plantearlas antes o después, pero, en cualquier caso, hay que hacerlas algún día. Cuesta admitirlo, pero son fundamentales para aprender a vivir. Espero que mi alumnado sea capaz de hacérselas a sí mismo y responderlas con honestidad, autenticidad y libertad...
      Gracias de nuevo por participar en nuestro blog, se enriquece con cada intervención.

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  3. Lo de habitación sin derecho a desayuno no sé si es trivial o toda una declaración de intenciones.
    Saludos.

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    1. Yo creo que no es, en ningún caso, gratuito, valga la expresión en este caso...

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