EL TEMBLOR

 Algo me duele,

como una grieta profunda

en mitad de mi cuerpo,

algo que busco,

cuando quiere cerrarse por las noches

y estira mi piel hasta provocar el llanto,

algo que mientras escribo

me divide, me abrasa.

 

Estoy temblando en este rincón

en esta ciudad que me asusta,

rodeada de gente que me sonríe y dice

que me quiere.

 

Recuerdo cosas que no han pasado

echo de menos

ese otro dolor

más fácil de llevar cuando era pequeña.

 

Ahora, ese temblor que me recorre,

me avisa de la herida próxima,

quién será el siguiente.



DATOS DE LA POETA: Victoria García Gómez (Sevilla, 2001) fue premiada en el 2015 en el concurso Coca-Cola Jóvenes Talentos de Relato Corto (Córdoba, provincial). En el 2017 ganó el accésit en microrrelato y quedó finalista en poesía, en el concurso de la Casa de la Juventud de Córdoba. En ese mismo año, funda con otros ganadores y finalistas el grupo de poetas jóvenes: Poetas Kamikazes, participando en festivales como Cosmopoética (2019) o el Festival de Eutopía (2020). En el 2020 publica su primer poemario Naufragio, con la Editorial Cántico.

Fuente: Editorial Cántico.

COMENTARIO

No es fácil leer poesía, lo admitimos. Pero tampoco resulta sencillo lo que merece más tiempo y dedicación: nuestra propia vida. Saber quiénes somos, conocer nuestras posibilidades para alcanzar la felicidad o el placer; contestar a las preguntas claves que nos asaltan cada noche, a cada paso o con cada decisión que tomamos. Leer no es fácil, tampoco la vida. Y en el caso de esta semana, el poema no es fácil de comprender, pero para eso tenemos este comentario, para acercároslo dentro de nuestras propias carencias.

En este poema tenemos que hacer el esfuerzo de imaginar de qué dolor nos está hablando la poeta. En su mundo interior no nos podemos meter, no nos ha dejado ninguna pista para encontrarlo, incluso es posible que ella tampoco sepa exactamente localizarlo (algo que busco, dice); así que solo podemos conjeturar. Habiéndolo escrito con tan solo 18 años abruma reconocer que, pese a la edad, las enseñanzas del dolor ya forman parte de su acervo vital. Sin embargo, ese dolor no viene de su entorno más inmediato (rodeada de gente que me sonríe y dice/ que me quiere), con suerte, ningún accidente, ninguna pérdida personal es la que provoca esa grieta profunda al menos si hacemos una lectura literal del poema. Y eso nos hace pensar que, tal vez, el dolor viene dado por el mero hecho de existir, de crecer o madurar, si se quiere. Por eso decíamos que abruma saber que la joven poeta ya ha vivido en primera persona los famosos versos de Rubén Darío: pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,/ ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Crecer es jodido. La infancia no tiene que ser un paraíso perdido, también es fuente de conflictos, pérdidas, distancias insalvables que van condicionando nuestras vidas. Pero debemos reconocer con Victoria García Gómez que, pese a todo, ese dolor es más fácil de llevar cuando era pequeña. En la adolescencia se sufre interiormente muchísimo, buscar y encontrar su propia identidad, controlar los altibajos emocionales, nos hace pasar muchas veces por momentos muy difíciles, en soledad: el pánico tampoco anda lejos. En esas edades, la vida parece blanco o negro, no encuentran los matices, además, en la adolescencia el carácter y los comportamientos cambian a menudo y se sufre rechazo en la propia familia. Si a toda la teoría anterior le añadimos la amistad, el primer contacto con las drogas y las redes sociales (en las que incluso hay multitud de páginas, foros y videos que incitan al suicidio y las autolesiones juveniles), no debería extrañarnos el dato que la Organización Mundial de la Salud nos recordó este pasado 10 de septiembre: el suicidio constituye la segunda causa de muerte desde los 15 a los 22 años de edad. Los datos nos hacen temblar, por tanto.

El final del poema apuntala el desconsuelo que garantiza la imposibilidad de librarse de ese temblor. Vendrá por otros medios, otras personas formarán parte de él, incluso en algunos casos se hará en nombre del cariño o del amor. No hay escapatoria ni la poeta quiere usar paños calientes para mitigar el daño. Y, sin embargo, de alguna manera sí lo hace. Si entendemos que, en este caso, la escritura sale al rescate. A ella la parte, la abrasa, pero también le da la posibilidad de hablar sobre ello. Y en ese proceso de escritura nace una posibilidad mínima de esperanza, no para acabar definitivamente con el dolor, pero sí para paliar sus efectos. Al escribir, al leer, hacemos siempre un ejercicio de introspección, de análisis interior que nos sirve para entender el mundo, la realidad que nos rodea y a nosotros mismos. Esa capacidad de nombrar lo que nos ocurre, lo que somos, nuestros temores más íntimos y nuestras ilusiones, hace que la escritura y la lectura tengan sentido. Por eso nuestro empeño por la lectura y por la escritura en el aula. ¡Escribid lo que os pasa, queridos alumnos y alumnas! ¡Leed para descubrir quién eres y qué te ocurre por dentro!

Agradecemos la generosidad de Victoria García Gómez con nuestro Proyecto Aniversario. Su joven voz, tan próxima a nuestro alumnado, hace que la vinculación con ellos y ellas sea más fácil y nos recuerda que, pese a su juventud, pese a que muchos y muchas estén en la adolescencia todavía y su formación está en proceso, ya saben qué es el dolor y eso no deberíamos de olvidarlo nunca como docentes. ¿No crees?   

ACTIVIDADES

  • Elige otro título para el poema y explica tu elección.
  • Busca en Instagram o en otras redes sociales a los Poetas Kamikazes. ¿Qué conclusión extraes de sus actividades y acciones? ¿Te gustaría que hubiera un grupo parecido en tu centro o en Marchena?
  • Explica con tus palabras el siguiente verso: Recuerdo cosas que no han pasado. ¿Puede doler aquello que no se ha intentado hacer? Imagina algún ejemplo concreto para contestar a esta pregunta.
  • ¿Qué es lo que te provoca dolor, qué te rompe por dentro?
  • Busca información sobre el suicidio, por ejemplo, aquí. ¿Qué se celebra realmente el 10 de septiembre? ¿Lo crees necesario? ¿Cómo se puede prevenir el suicidio? ¿Conoces algún vídeo en redes sociales sobre el suicidio en adolescentes?
  • Te proponemos las siguientes actividades de Creatividad Literaria para que hagas un ejercicio de introspección al realizarlas: A instancias del deseo; Aprender a huir; Maneras de salvarse






  • En el comentario se nombra el famoso poema de Rubén Darío. ¿Te parece que ser consciente de nuestra finitud, de nuestra mortalidad es una ventaja o una desventaja? Justifica tu respuesta.



  • Si te ha gustado el poema de esta semana, no puedes perderte los siguientes en este mismo blog 

  • Hoy el Día Europeo de las lenguas, por si os interesa realizar algunas de las propuestas oficiales, pincha aquí. Hay material para el aula. También os recomendamos este artículo del poeta y director del Instituto Cervantes al respecto: Luis García Montero, pincha aquí.

  • Puedes dejar un comentario, si quieres, más abajo.

Comentarios

  1. El poema es emoción, es valentía, es sensibilidad, es fuerza, es compromiso. Es un canto a las entrañas, a lo íntimo, a lo más profundo de la autora. Al menos, eso me transmite, y es precioso.

    En estos tiempos de pesimismo distópico, resulta vibrante sentir renacer la esperanza al ver que viene gente que hará del mundo un sitio mejor. Y leer este poema es un ejemplo de ello.

    Enhorabuena, Victoria. Tus versos inspiran.

    Y gracias una semana más a quienes hacéis posible Un poema cada semana.

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    1. Gracias amigo, por la parte que nos toca. Y te doy la razón respecto a lo que afirmas de la joven autora. Hay dolores muy arraigados en lo más profundo de nuestro ser. De origen desconocido, a veces, sin relación con causas exteriores... Si además eso ocurre a edades en las que la incertidumbre es la norma, el peligro de no saber encauzar la situación es evidente.
      Creo que la lectura y la escritura como modo de abordar el problema son terapéuticos de algún modo.
      Un saludo y gracias por pasarte por aquí y participar.

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    2. Hola, soy Victoria García, muchísimas gracias por tus palabras que me han llegado y emocionado muchísimo. Me alegra saber que te ha gustado ese poema. Un fuerte abrazo.

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    3. Gracias al equipo de Un poema cada semana, por regalarnos una nueva temporada de este proyecto fantástico. Y, por supuesto, a ti, Victoria, por escribir poemas como este. Ojalá podamos seguir leyéndote mucho tiempo.

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